
23 May SAN FRANCISCO: el mejor sabor en la cocina de siempre
Alejado del mundanal ruido y en un enclave privilegiado, en el Monte de El Pardo a unos minutos en coche desde Madrid, se encuentra el restaurante ‘San Francisco’. Un restaurante de toda la vida que se ha adaptado a los nuevos tiempos consiguiendo mantenerse como un referente gastronómico.
Y con eso no quiero decir que se hayan vuelto locos a hacer dumplings o pokes. Han sabido mantener su personalidad, producto de primera calidad y elaboraciones sencillas, pero actualizando la carta. Platos de siempre pero sin quedarse atrás.
Lo primero que llama la atención cuando llegas es el espacio. El entorno, muy verde, ayuda a relajarse y a desconectar, sus enormes terrazas te llaman a gritos (sobre todo ahora con el sol y el buen tiempo) y sus amplios salones son perfectos para ir con amigos, niños, para celebrar un bautizo o una comunión,… O para ir con tu pareja y comer como dios manda.
En el restaurante ‘San Francisco’ no hay posibilidad de error, sabes que la comida va a estar buena porque la materia prima es de primera y en la cocina saben muy bien lo que se traen entre manos.
Empezamos con unos aperitivos de chuparse los dedos. Si te gustan las croquetas, hacen unas de cocido que te van a dejar dando palmas con las orejas de ricas que están, con una bechamel suave y una sabor, ¡madre mía!
La cosa venía fuerte con la sopa castellana (una debilidad personal y ésta me recordó a las que tomaba de pequeño), la chistorra y el pintxo donostiarra (lo del surimi a mí no me dice nada, pero es cuestión de gustos). Riquísimos los calamares a la romana, que, muchas veces, no les damos bola y llevan dándonos alegrías desde pequeños.
Para aligerar y darle frescura a la comida, te recomiendo la ensalada de wakame con langostinos, aguacate y cherrys. Ligera y sabrosa, uno ejemplo de esas pequeñas actualizaciones en la carta del restaurante ‘San Francisco’.
Después hemos dado buena cuenta de un magnífico arroz del senyoret y sus gambas, mejillones, sepia,… Y sin perder un solo segundo pelando, que cuando un plato está tan bueno se agradece no perder ni un solo segundo, jajaja.
Y en ese momento aparece el as de oros, unas chuletillas de cordero (lechal de Peñafiel para ser exactos) que si llegan a estar más buenas habría que prohibirlas (tiernas, jugosas,… brutales)
El toque dulce llegaba con la Pantxineta (ideal para los más golosos), la tarta de queso y el delicioso tiramisú.
Si buscas un sitio amplio, con una gran terraza, en medio de la naturaleza y con un producto de primera claridad, el restaurante `San Francisco’ es una gran opción. Y es perfecto para cualquier ocasión.
Bon Appétit!
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